Quieres un bocata de atún?

El atún rojo (Thunnus thynnus) es, de todas las especies de la lista roja, la más amenazada por su gran demanda en el consumo desde hace años. Es el más grande de los atunes (4m de largo y hasta 700 kg peso). Realiza grandes migraciones desde el ártico hasta los trópicos. Se reproduce en el Mediterráneo durante el verano. Más curiosidades sobre la especie aquí.


Después de varios siglos de explotación sostenible, en menos de 10 años se ha llevado al borde de la extinción. El alto precio que alcanza debido a su escasez estimula más la captura. Japón es el principal consumidor sobretodo para elaborar sushi y sashimi invirtiendo gran tecnología en la búsqueda de bancos de atunes cada vez más escasos y arrasando con ellos en minutos.


La pesca ilegal y las granjas de atunes (pescan juveniles salvajes para meterlos en jaulas de engorde evitando su reproducción) son otra de las causas de su extinción.

En noviembre del 2008 se reunió la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) y se acordó un total de capturas de 22.000 toneladas para este año 2009. Las principales ONG (WWF, Greenpeace, Ecologistas en Acción) pedían el cierre de las pesquerías de cerco durante mayo, junio y julio (los meses de reproducción) unas capturas de 15.000 toneladas anuales (cantidad recomendada por los científicos), un peso mínimo de captura de 30 Kg y la creación de un santuario en Baleares (proposición no de Ley apoyada por el congreso de los diputados). Las capturas con almadrabas en el Estrecho de Gibraltar han caído un 80% desde el año 2.000 y los ejemplares son cada vez más pequeños (la media ha bajado de 220 Kg. por ejemplar a 145 Kg.)

Y qué podemos hacer nosotros? A estas alturas no hace falta decir que no deberíamos consumir atún rojo que lo podemos encontrar en filetes, en conserva, en mojama, “bottarga” (especie de caviar hecho de huevas de atún secas) y sobretodo en productos como el sushi y el sashimi.

Pero…y las latas de atún? Aunque hablamos de la misma familia, existen tres variedades de conserva de atún diferentes:

En el caso del atún a secas, lo habitual es que contenga atún listado o barrilete (Katsuwonus pelamis). Ésta es una especie pequeña (hasta 80 cm y entre 2 y 23 kg de peso), con presencia de listas o rayas en su vientre. Es la especie más pescada del mundo, presente en todos los océanos. El 80% de la producción mundial se destina a la conserva. Su carne es de un rosado rojizo, más jugosa, menos compacta y de sabor más intenso que el atún claro


La denominación atún claro, hace referencia al atún yellowfin o rabil. (Thunnus albacares) El yellowfin vive en aguas tropicales. Es un gran migrador que se desplaza en grandes bancos y que generalmente se pesca en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. Puede medir dos metros y pesar hasta 200 kilos. Se diferencia de otras especies por su característica aleta amarilla. Su carne, de gran calidad, es clara de color rosado, de firme textura y delicado sabor.


El bonito del norte, también llamado, albacora o atún blanco (Thunnus alalunga) tiene el cuerpo escamoso y ovalado. El dorso presenta un característico color azul oscuro, con el vientre blanquecino. Una características muy diferenciadora es que tiene las aletas muy largas. Su talla media es de 75 cm, alcanzando un peso de 10 Kg. Tiene la carne más blanca, compacta y jugosa.

Greenpeace en su lista roja recomienda no consumir ningún tipo de atún, pero en la guía de consumo responsable de WWF/Adena apuestan por un consumo moderado de bonito del norte y del yellowfin o atún claro. Hasta hace bien poco sólo me fijaba en la etiqueta de las latas de atún si llevaba el símbolo de dolphin-safe, pero ahora que me estoy fijando más me doy cuenta de que no especifican para nada el tipo de atún que contienen haciendo más difícil el consumo responsable.

Y si todavía no os planteáis reducir el consumo de atún (aunque sea en lata) a ver si este vídeo os acaba de convencer.