28 de junio de 2010

Un soplo de naturaleza

Porque cada vez más noto la falta de naturaleza en mi vida.... y necesitaba respirar.


Contar los nidos de golondrinas a las puertas de la casa del pueblo, beber el agua del río y ver la luna crecer. Oler a tomillo, espliego y manzanilla, descubrir reptiles al sol y caminar mirando el suelo para no pisar la infinidad de insectos que hay y de los que apenas conozco.

Ascendiendo al Moncayo nos topamos con este gran escarabajo.



Creo que es un ciervo volante (gracias Mi azul de mar!) pero no lo puedo asegurar. Era impresionante y nos quedamos embobados mirándolo hasta que se escondió vergonzoso debajo de una piedra. Son increiblemente escasos y muy dificiles de ver, así que no me creo todavía que fuese uno de ellos.


Estos momentos me llenan el alma y me vuelven a conectar con la naturaleza que vamos perdiendo.

3 comentarios:

  1. Sí señora!!! El Lucanus Cervus!! Me alegra un montón verlo en tu blog. Qué suerte ;) Su visión es una especie de regalo. Cuánto hace que no veo uno!

    Muy bonita tu entrada, me ha emocionado y todo ;).

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  2. Jope! Ya puedes respirar bien, y profundamente después de ver un maravilloso ciervo volante. Yo personalmente, solo lo he visto seco, y aun encima me lo olvidé.
    (No hubiera podido aguantar sin cogerlo. No lo puedo evitar. Lo siento)

    Preciosa entrada entre otras cosas por que te veo animadilla, que es muy importante.

    Saludos.

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  3. Chicos estoy todavía emocionada por haberlo visto...casualidades de la vida por la reciente entrada de Mamen por lo que lo conocí, sino lo hubieramos visto y el pobre se hubiera quedado con el nombre de: "pedazo escarabajo!"

    Salir unos días de la ciudad anima un montón a pesar de haber visto también muchos animales atropellados por esas solitarias carreteras.
    Saludos!

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